Se acerca la Navidad, y con ella, el momento de escribir la carta a los Reyes Magos. Esta es una actividad que suele gustar mucho a los niños y niñas, y los padres podemos añadir todavía más diversión aportando algunas ideas a nuestros hijos.
Además, escribir la carta a los Reyes Magos nos permite transmitir valores muy importantes a nuestros hijos y hacerles reflexionar sobre lo afortunados que son. Así pues, vamos a ver una serie de ideas para que escribir la carta a los Reyes Magos sea un momento todavía más mágico y educativo.
1. Preparad vuestra propia carta.
Si los papás escribís primero vuestra carta y la leéis delante de los niños, éstos podrán descubrir vuestros deseos. Por ejemplo, podéis compartir con ellos algunos deseos intangibles, como salud para la familia, que se acaben las guerras, que todos los niños del mundo tengan agua y comida suficiente… Así, los niños se darán cuenta de que no todos los deseos tienen que ser objetos materiales.
También podemos comprometernos con los Reyes a tener más paciencia o más tiempo para jugar, y así ser todavía más buenos en el año que entra. Y porqué no, podemos explicar a los Reyes Magos en lo que nos hemos equivocado y lo que hemos hecho bien.
Esta carta será un modelo para los niños. Les enseñará la estructura a seguir y la información que deben incluir. Pero lo más interesante es que esta actividad estrechará vuestros lazos, reforzará la empatía familiar y os ayudará a comunicar cosas que a veces cuesta decir de forma espontánea.
2. Darles una pauta para escribir la carta a los Reyes Magos.
Además de vuestra propia carta, puede ser de ayuda hacer una especie de guión a seguir, donde se vean claramente las diferentes partes que debe tener la carta. Así, conseguiremos que la actividad sea todavía más educativa: mejoraremos su expresión escrita y conseguiremos que profundicen en todo aquello que nos interesa.
La estructura de la carta para los Reyes Magos suele ser la siguiente: saludar y presentarse, hablar sobre su comportamiento de la forma más concreta posible (en lugar de decir “me he portado bien”, intentar explicar qué han hecho exactamente, por ejemplo estudiar mucho, recoger su ropa, ordenar los juguetes…), pedir los regalos materiales, pedir deseos inmateriales, explicar qué intentarán hacer mejor el año que viene, dar las gracias y despedirse.
3. Limitar la cantidad de regalos que pueden pedir.
Podéis coger un catálogo de juguetes y pedirle a vuestros hijos que seleccionen los diez juguetes que más desean para estas Navidades.
No significa que los Reyes Magos les vayan a traer esos diez juguetes. Puede que sean menos, o más, o que no sean exactamente los mismos que han pedido. La gracia de ceñirnos a una cantidad concreta es que los niños tendrán que reflexionar sobre qué es lo que más desean y a qué están dispuestos a renunciar.
Podemos explicarles que los Reyes Magos tienen que dar regalos a todos los niños del mundo y que por eso no podemos pedir demasiados: tiene que haber para todos.
También conviene explicarles que tal vez los Reyes Magos no puedan traerlo todo, o que igual añaden otras cosas. Por ejemplo, es poco probable que los niños pidan ropa o calzado en su carta, pero los Reyes Magos saben lo que necesitan y les traerán justamente eso.
4. Hacer un regalo solidario.
Al escribir la carta a los Reyes Magos podemos pedirles algún regalo para los niños que tienen menos juguetes. Así, el día de Reyes, cuando llegue ese regalo a vuestra casa, podréis llevarlo al lugar donde lo entregarán a los niños necesitados. Es una iniciativa muy bonita y de la que tus hijos se sentirán muy orgullosos.
5. Pedirle que nos explique cuándo jugará con cada regalo y con quién.
Por ejemplo, si quiere un juego de mesa, pregúntale con quién querrá jugar y en qué momentos podría hacerlo. Estas preguntas le ayudarán a planear el uso que le dará al juguete y a ubicarlo en un momento real en su vida. Nos daremos cuenta de cuánto lo desea y de si realmente le va a sacar provecho.
6. Decorar la carta para que los Reyes Magos se acuerden de nosotros.
Podemos terminar esta tarde tan entretenida decorando la carta con dibujos y colores, e incluso poniendo purpurina y pegatinas. Todo vale con tal de que nuestras cartas destaquen y los Reyes Magos las recuerden perfectamente.
Si tus hijos todavía no saben escribir, podéis simplificar estas actividades e ir escribiendo lo que los peques os expliquen. Ellos podrán personalizar la carta dibujando lo que quieran a los Reyes Magos para sentirse más partícipes.
Al final podemos leer la carta en voz alta, hacerle una fotografía (para recordar este momento tan bonito y evitar que se nos olvide) e ir a entregarla a los pajes, terminando la jornada de la manera más navideña posible.
Es un plan ideal para el próximo fin de semana, ¿no te parece?