¿Te estás preguntando cuándo empiezan a gatear los bebés? Pues bien, generalmente los bebés empiezan a gatear entre los seis y los diez meses de vida, un poco antes del momento en que son capaces de ponerse de pie.
Es la primera forma de desplazamiento que descubren, y aunque no todos los bebés pasan por esta fase, es recomendable que sí lo hagan, ya que es beneficioso para su desarrollo. Sin embargo, no conviene forzar al bebé para que gatee. Eso sí, estaremos atentos a su desarrollo y en momento adecuado lo ofreceremos pequeños retos a modo de estímulo, para que el bebé lo intente por sí mismo.
¿En qué momento puede empezar a gatear un bebé?
Un bebé podrá empezar a gatear cuando sea capaz de sentarse solito y mantener el equilibrio en esa postura. Además, necesitará desarrollar suficiente fuerza en sus manos, brazos y piernas. También es importante asegurarse que no tiene ninguna dificultad para mantener la cabeza erguida cuando está boca abajo.
Cuando el bebé haya alcanzado estos hitos, podrás favorecer el gateo colocando algún juguete que le guste mucho a una distancia aproximada de un metro, y animarle a alcanzarlo. Quizás te sorprende gateando de una manera poco convencional. Por ejemplo, podría empezar a arrastrarse sentado, es decir, sin separar el culito del suelo, o arrastrarse boca abajo sin separar su barriguita del suelo, como serpenteando. A parte de ser una escena muy graciosa, no tiene mayor importancia. Lo verdaderamente relevante es que ya ha dado un paso adelante en su desarrollo: la capacidad de desplazarse solito.
A medida que vaya fortaleciendo sus extremidades y practique diferentes desplazamientos aprenderá otras estrategias de movimiento. Cada vez se parecerán más al gateo que todos conocemos, en el que el bebé va coordinando las manos y las piernas para desplazarse a cuatro gatas.
¿Todos los bebés aprenden a gatear?
Como decíamos, no todos los bebés pasan por la etapa del gateo. Algunos tienen tantas ganas de ponerse de pie que omiten esta fase, o la practican durante muy poco tiempo. Sin embargo, es mejor que el bebé aprenda a gatear. Eso favorece el desarrollo de la vista, el tacto, la coordinación y el equilibrio, algo que va a repercutir positivamente en su desarrollo futuro.
Cómo proteger los pies del bebé durante el gateo: Calcetines para gatear
Cuando un bebé empieza a gatear, es necesario comprarle unos calcetines especiales para el gateo. Y es que no sirven los calcetines normales que ha estado usando hasta ahora. La misión de esos calcetines era simplemente mantener los pies del bebé calentitos. Pero para gatear necesita unos calcetines que no solo le mantengan los pies calientes, sino que además eviten resbalones. Algo bastante común cuando un bebé gatea con calcetines estándar.
El calzado que recomiendan las asociaciones de pediatría para los bebés que gatean tiene las siguientes características:
- Es un calzado de suela muy blandita, flexible y elástica, de unos 3 milímetros de grosor.
- Debe tener protección antideslizante en la puntera, porque es la zona que utilizarán los bebés para gatear, y así evitamos que se resbale.
- Debe ser un calzado que no le apriete los dedos.
Ventajas y características de los calcetines de gateo
Este tipo de calzado, como ves, se asemeja más a un calcetín que a un zapato. De hecho, por este motivo se les conoce como calcetines de gateo, por lo ligeros que son, y lo finita que es su suela. La mayoría de calcetines de gateo recubren el pie tal y como lo hace un calcetín, es decir, con un tejido de algodón que se adapta a la forma del pie. Lo que tienen de diferente es la parte de la puntera y la suela. Éstas suelen estar reforzadas con algún material antideslizante como la silicona.
Los calcetines de gateo son muy cómodos para los bebés. De hecho, no es habitual que intenten quitárselos -a diferencia de lo que ocurre cuando intentamos ponerle unos zapatitos de bebé -. Con los calcetines de gateo los bebés están igual de cómodos que con calcetines normales, pero con la ventaja de que pueden gatear sin resbalarse. Así sienten mayor seguridad y control en sus desplazamientos.
Otra posibilidad es comprarle unos patucos de gateo, que son un tipo de zapatitos para bebé muy flexibles y blanditos. Si optamos por esta opción, conviene asegurarse que le sujetan bien el pie y que va cómodo. En este caso, puedes elegir como material de fabricación la piel, que es transpirable y flexible. Además, la piel de estos patucos de gateo es antideslizante y permite gatear fácilmente.
Poco a poco, el bebé será capaz de pasar de la posición de gateo a la posición de pie, sujetándose en lo que encuentre a su paso. Entonces ya podremos pensar en comprarle unos zapatos para sus primeros pasos. Pero hasta que eso no ocurra, sus calcetines de gateo serán el mejor aliado que tendrá tu bebé para desplazarse por la casa con libertad.