Son muchos los niños a los que les cuesta comer bien y que no quieren desayunar, pero no podemos dejar que los peques se vayan al cole sin haber tomado la comida más importante del día, ya que necesitan energía para poder estar con las pilas cargadas durante las clases.
El secreto para que tus hijos no coman mal reside en establecer el hábito y para conseguirlo lo mejor es hacerlo siempre en el mismo lugar, la misma hora y de la misma manera (por ejemplo: antes de sentarse a la mesa hay que lavarse las manos, ayudar a papá y a mamá a llevar las cosas a la mesa, comer todos juntos y esperarse a que todos hayan terminado antes de retirarlo todo).
También es importante, para conseguir que los niños coman, controlar el horario, no es bueno que las comidas y las cenas se extiendan demasiado, lo mejor es que duren entre 20 y 40 minutos. Y aunque esta es una de las cosas que más cuestan es importante tenerla en cuenta.
Recuerda que si quieres que tus hijos coman sano y variado, tú también vas a tener que hacerlo. Dar ejemplo es lo mejor que puedes hacer. Si ves que les cuesta mucho, puedes “disfrazar” aquellos alimentos que no quiera ni ver, cómo un clásico, las verduras. Si las mezclas con salsa de tomate y pasta casi no se van a dar ni cuenta.
Y si además, conviertes el plato en una obra maestra cómo estas, seguro que no se van a poder resistir:
Siempre es positivo que ayuden con las tareas de casa y cocinar les encanta. Así que hazles partícipes también para que luego tengan más ganas de sentarse a comérselo.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) ofrece algunos consejos más para conseguir que los niños coman y sobretodo que desayunen:
- Dormir bien y las horas suficientes facilita el desayuno. No hay que ir cortos de sueño. Niños y adolescentes deben costarse a una hora prudente.
- Si es necesario, madrugar un poco más (basta con diez minutos) para realizar un buen desayuno.
- La primera comida del día solo requerirá unos 15 minutos y siempre en compañía.
- Dejar las mochilas, ropa… preparadas la víspera puede ayudar a no ir con tanta prisa por la mañana.
- Si les cuesta hacer un desayuno completo, se puede empezar introduciendo alimentos poco a poco. Al principio un vaso de leche con cereales o galletas; o un batido de yogur y fruta; pan con aceite y embutido; una pieza de fruta; o incluso algún reto apetito de la cena del día anterior. Poco a poco, y sin prisas, iremos añadiendo nuevos alimentos.
- No desayunar no adelgaza. Por el contrario, muchos estudios demuestran que incluso engorda. Las calorías del desayuno se queman rápidamente con la actividad de la mañana. Y evita el picoteo entre horas.