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Curva de crecimiento del bebé

 

Durante la infancia, el pediatra anota regularmente el peso, la talla y otros parámetros relacionados con el crecimiento de nuestros hijos. El gráfico que utiliza se llama curva de crecimiento del bebé, y en el artículo de hoy te contamos todo lo que necesitas saber para entender su uso y su significado.

Uno de los datos más importantes que nos dicen tras el nacimiento de nuestro bebé es cuánto pesa y cuánto mide. Esta información, además de ser muy interesante para los papás, será de gran utilidad para los médicos, quienes la tendrán en cuenta en los siguientes controles que le vayan haciendo al bebé.

Existen diferencias de talla y peso entre unos bebés y otros, tanto por motivos genéticos como por complicaciones durante el embarazo y el parto. Pero luego, el ritmo de crecimiento es muy similar en todos los niños sanos

La curva de crecimiento del bebé nos muestra los rangos de normalidad a cada edad. Es lo que permite a los médicos detectar si hay alguna anomalía, por lo que siempre lo tienen a mano. Sin embargo, este documento puede ser un verdadero desconocido para muchas familias. Veamos con más detenimiento qué es y cómo se utiliza. 

Qué es la curva de crecimiento del bebé

La curva de crecimiento del bebé es una gráfica que sirve para comparar el peso, la estatura y otras dimensiones como el perímetro craneal de nuestro bebé en comparación con otros bebés de su misma edad. Para elaborar la curva de crecimiento, los expertos miden y anotan estas magnitudes en una muestra lo más amplia posible de niños y niñas sanas. Esto es, niños sin ninguna enfermedad, bien alimentados y correctamente atendidos. 

En España, los pediatras utilizan generalmente las Gráficas de Crecimiento Infantil del Instituto de Investigación sobre Crecimiento y Desarrollo. A día de hoy, estas curvas de crecimiento son el referente en la mayoría de las Comunidades Autónomas de España.

Mediante estas Curvas de crecimiento del bebé, los pediatras pueden conocer qué es lo habitual en cada momento del desarrollo y compararlo con las mediciones que le realizan a tu bebé en consulta. 

Así pues, gracias a la curva de crecimiento del bebé es posible realizar un seguimiento a cada niño o niña a lo largo de toda su infancia, y detectar a tiempo cualquier problema que influya en su crecimiento. Con la curva de crecimiento podemos saber, también, el porcentaje de niños que miden o pesan una magnitud determinada según su edad y su sexo. 

El pediatra de tu hijo te hablará de la curva de crecimiento del bebé y de los percentiles en los que se encuentra tu hijo/a. Seguramente te ayudará a comprender cómo se interpreta la talla y el peso de tu bebé en función de estas gráficas. De todas maneras, hemos recopilado los básicos que deberías saber para interpretar la curva de crecimiento del bebé. 

Cómo interpretar la curva de crecimiento del bebé

Para empezar, el pediatra tomará el peso de tu bebé, su talla y otros parámetros que necesita. Al cruzar estos datos con la edad sobre la curva de crecimiento, situará al bebé en un punto de la gráfica. Ese punto corresponderá a su percentil. 

Como habrás observado, la curva de crecimiento del bebé tiene una zona sombreada en blanco, y en su interior unas líneas que corresponden a los percentiles. La línea central es el percentil 50. Eso significa que, si estamos viendo la gráfica del peso, el 50% de los bebés de esa edad pesa igual o menos que la magnitud situada en esa línea central, y el otro 50% pesa igual o más. Las líneas de los extremos corresponden, generalmente, al percentil 3 (solo un 3% de los niños sanos tiene un peso inferior al indicado) y al percentil 97 (solo un 3% de los niños sanos tiene un peso superior al indicado). 

Lo mismo ocurre con la talla. Si tu bebé tiene una estatura algo más alta que el 50% de los niños de su edad, es posible que necesite ropa de niños más mayores, y que utilice zapatos de bebé de talla superior a la que suponías para su edad. 

Cuándo debemos preocuparnos por el crecimiento del bebé

En general, el exceso nunca suele preocupar a los padres (a no ser que sea exagerado), y en cambio, es habitual que se angustien un poco si su hijo/a está por debajo del percentil 50 dentro de la curva, especialmente si se acerca mucho al extremo. Pero recuerda una cosa: aunque tu bebé esté en un percentil cercano a los extremos, no significa que esté mal. Está dentro de la normalidad siempre que se mantenga en la zona sombreada en blanco.

Además, lo que importa verdaderamente es su evolución. El pediatra verificará que a lo largo del tiempo no se sale de la curva de crecimiento ni presenta irregularidades importantes en su crecimiento. Será el pediatra el que interpretará todos los datos recogidos y te indicará si hay algún dato fuera de lo común o algún signo de alerta.

Por ello, lo principal es escuchar atentamente la opinión del médico y no preocuparse si no hay motivos. Recuerda que lo importante es la tendencia general y que cada niño es distinto.